M i primera novia era hermosa. Era tan hermosa como todas las primeras novias. Mi primera novia era hermosa. Tenía 15 años. Yo también. Temblaba al verla. Yo le regalaba una flor. Ella me regalaba un beso. Tomados de la mano vagábamos por calles laterales. Hablábamos estupideces sin sentido. Nos reíamos. Yo era el amor de su vida. Ella era el amor de mi vida. Nos despedíamos en la esquina de su casa. Luego yo regresaba presuroso a la mía. Me masturbaba. Pensando en ella. Era el tiempo de curas, ángeles y fuego eterno. Toda esa mierda. Estando con ella era hermoso y doloroso. Hermoso por estar con ella. ¡Era el amor de mi vida! Doloroso porque tenía unas erecciones fenomenales que aún me duelen. En fin. Pasaron los años y ella ya es abuela. Su primer marido se suicidó y al segundo no sé qué le pasó. A veces la veo. En la cola del Supermercado. O en la fila para pagar la luz. Se hace la que no me ve. Me hago la que no la veo.
Hugo Vera Miranda
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