Ted Chinasky, Poblado de antiguos susurros
El
movimiento ahora se calma. Yo inclino mi cabeza y la poso allá abajo,
en la tierra. Ya he visto demasiados colores, y tus huellas me traen
desde lejos, desde regiones que yo visité en lo deslumbrante del sueño, o
durante el largo insomnio del verano. Yo quiero encender una a una las
deslumbrantes luces, volverme apenas un campo de hierba cuando ya no
oiga el sonido de la flauta sobre las olas del río.
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