Siete
de la mañana. Ni ganas de levantarse y planchar las alas. Para qué
volarsi nada más con abrir los ojos sientes la mirada fatigada. Hoy no
estás de humor para soportar a la gente en el metro, a tus compañeros de trabajo, a tu padre neurótico, a tu madre abnegada, a los choferes
esquizofrénicos, a toda esa
gente que tiene la decepción pintada en la cara. ¿No te parece una locura salir
a la calle para darte cuenta una vez más que todos quieren comprar tu alma o venderte la suya con ganas de estafarte?
Pero qué es la locura, qué la suerte, qué son esas cosas que te hacen falta para
no caer a medio vuelo o, peor aún, antes de dejar el suelo?, ¿Suerte, equilibrio
, pasión, un poco de calma ?
¿Equilibrio? Equilibrio es graduarte como arquitecto, con mención honorífica,
de tus propios miedos, para luego construir rascacielos que compiten en altura
y peso con tus inseguridades.
Confianza es peinarte frente a un espejo roto, tener cinco pesos en el bolsillo, desayunar café con bolillos y salir a la calle con la esperanza de que esta vez
será diferente.
Esperanza es creer que algún día los dioses te pagarán por cada obra buena
que has hecho, por tantos años de soportar a los políticos corruptos, a los ex presidentes asesinos.
Suerte es seguir vivo luego de tantos años de excesos, deambulando por sitios oscuros, bailando con la más
fea, engañando a la muerte, sientiéndote incompleto.
Armonía es encontrar en los ojos de un niño la inocencia que has extraviado
en algún lado.
Miedo es asumirte carcelero de tus bestias internas y torturarlas y hacerte el
sordo y no dejarlas salir nunca, a sabiendas de que te masticarán el corazón y
los sentimientos buenos.
Calma es dormirte bocarriba, con una sonrisa en los labios, después de una borrachera de dos días.
Bendición es escuchar a Paco de Lucía, a Bob Dylan antes de que envejeciera o
a los Rolling Stones cuando eran buenos.
Placer es reírte de los noticieros que hablan de nuestros gobernantes que sonríen con sonrisas maquiavélicas mientras suponen que nos ven la cara de pendejos.
Justicia es una simple definición en el diccionario.
Juventud es lavarte los dientes con gasolina y luego encender con calma un
cigarrillo.
Valor es darle de cachetadas al destino para luego subirte al tren de tus instintos.
Pasión es besar a una mujer borracha, afeitarte con navaja, invertir en libros de poesía, malgastar el tiempo en las librerías, cantar boleros en un antro, beber cerveza en tarro, ladrarle a los perros, patear a los autos, mirar feo a los
judiciales, escupir los cristales de los bancos y hacer el amor de vez en cuando.
Locura es tener fuerza para levantarte de la cama, ponerte unos jeans gastados, amarrarte las agujetas, escuchar el noticiero, conocer la cotización del dólar ,
rezar para que no se vuelva a devaluar el peso, y saber que las cosas serán
iguales el día de mañana.
ROBERTO G. CASTAÑEDA
gente que tiene la decepción pintada en la cara. ¿No te parece una locura salir
a la calle para darte cuenta una vez más que todos quieren comprar tu alma o venderte la suya con ganas de estafarte?
Pero qué es la locura, qué la suerte, qué son esas cosas que te hacen falta para
no caer a medio vuelo o, peor aún, antes de dejar el suelo?, ¿Suerte, equilibrio
, pasión, un poco de calma ?
¿Equilibrio? Equilibrio es graduarte como arquitecto, con mención honorífica,
de tus propios miedos, para luego construir rascacielos que compiten en altura
y peso con tus inseguridades.
Confianza es peinarte frente a un espejo roto, tener cinco pesos en el bolsillo, desayunar café con bolillos y salir a la calle con la esperanza de que esta vez
será diferente.
Esperanza es creer que algún día los dioses te pagarán por cada obra buena
que has hecho, por tantos años de soportar a los políticos corruptos, a los ex presidentes asesinos.
Suerte es seguir vivo luego de tantos años de excesos, deambulando por sitios oscuros, bailando con la más
fea, engañando a la muerte, sientiéndote incompleto.
Armonía es encontrar en los ojos de un niño la inocencia que has extraviado
en algún lado.
Miedo es asumirte carcelero de tus bestias internas y torturarlas y hacerte el
sordo y no dejarlas salir nunca, a sabiendas de que te masticarán el corazón y
los sentimientos buenos.
Calma es dormirte bocarriba, con una sonrisa en los labios, después de una borrachera de dos días.
Bendición es escuchar a Paco de Lucía, a Bob Dylan antes de que envejeciera o
a los Rolling Stones cuando eran buenos.
Placer es reírte de los noticieros que hablan de nuestros gobernantes que sonríen con sonrisas maquiavélicas mientras suponen que nos ven la cara de pendejos.
Justicia es una simple definición en el diccionario.
Juventud es lavarte los dientes con gasolina y luego encender con calma un
cigarrillo.
Valor es darle de cachetadas al destino para luego subirte al tren de tus instintos.
Pasión es besar a una mujer borracha, afeitarte con navaja, invertir en libros de poesía, malgastar el tiempo en las librerías, cantar boleros en un antro, beber cerveza en tarro, ladrarle a los perros, patear a los autos, mirar feo a los
judiciales, escupir los cristales de los bancos y hacer el amor de vez en cuando.
Locura es tener fuerza para levantarte de la cama, ponerte unos jeans gastados, amarrarte las agujetas, escuchar el noticiero, conocer la cotización del dólar ,
rezar para que no se vuelva a devaluar el peso, y saber que las cosas serán
iguales el día de mañana.
ROBERTO G. CASTAÑEDA
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