Acróbata y nadadora del rocío
Color de noche su piel, seda que hoy flota luminosa, como abanico de media tarde sangrando en la faena de los toros
Ella elevó sus indulgentes claros ojos a zonas del espanto que yerguen una figura del olimpo. Seducida por la hidalguía del océano, miraba fijamente los corales Y como Cristo, sus labios resplandecían crueles entre vinagrey agua
Color de noche su piel, seda que hoy flota luminosa, como abanico de media tarde sangrando en la faena de los toros
Ella elevó sus indulgentes claros ojos a zonas del espanto que yerguen una figura del olimpo. Seducida por la hidalguía del océano, miraba fijamente los corales Y como Cristo, sus labios resplandecían crueles entre vinagrey agua
Sacrificando en
el deleite su forma de abigarrada luna, de maga en los jardines de la
cábala, con su ejercicio suspirante del amor
Cuando el mundo era santo del ritual del milagro Los glaciares,cataratas de lágrimas Y los pájaros se bienvenían en sus deseos de cristales inalcanzables y de espejos mordidos
Ay estrella delicada de la mañana, que eligió en la belleza
su desamparo ¿Acaso somos los sobrevivientes del salvaje suicidio de su dulzura.
Por que te fuiste temeraria en vilo, desafiando las máscaras de la eternidad, ocultando para siempre la salida del sol
Olga Orozco
Cuando el mundo era santo del ritual del milagro Los glaciares,cataratas de lágrimas Y los pájaros se bienvenían en sus deseos de cristales inalcanzables y de espejos mordidos
Ay estrella delicada de la mañana, que eligió en la belleza
su desamparo ¿Acaso somos los sobrevivientes del salvaje suicidio de su dulzura.
Por que te fuiste temeraria en vilo, desafiando las máscaras de la eternidad, ocultando para siempre la salida del sol
Olga Orozco
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