Las ideas son como peces.
Si quieres pescar pececitos, puedes permanecer en aguas poco profundas.
Pero si quieres pescar un gran pez dorado, tienes que adentrarte en
aguas más profundas.
En las profundidades, los peces son más poderosos y puros. Son enormes y abstractos. Y muy bellos.
Yo busco un tipo particular de pez importante para mí, uno que pueda
traducirse al cine. Pero allá abajo nadan toda clase de peces. Hay peces
para los negocios, peces para el deporte. Hay peces para todo.
Todo, cualquier cosa, surge del nivel más profundo. La física moderna
denomina a ese nivel campo unificado. Cuanto más se expande la
conciencia, más se profundiza hacia dicha fuente y mayor es el pez que
puede pescarse.
Los treinta y tres años que llevo practicando la meditación
trascendental han sido clave para mi trabajo en el cine y la pintura y
en todos los aspectos de la vida. Han sido un modo de zambullirme más a
fondo en busca del gran pez.
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