Una vez me entretuve con un sueño:
lo tomé, lo solté, le dimos vueltas,
lo aprendí, me lo puse, fui su dueño
y pensé que era cosa ya resuelta.
Y soñando que un sueño era mi traje
comencé la canción, la poesía.
Y aquel sueño aprendió todo el mundo de mí,
e iba yo sin saber que él sabía.
Y así fui, por la tierra, por los mares,
por los cielos, las noches y los días,
los amores, los templos y los bares
—así fui con mi sueño que sabía—.
Y aquel sueño —que yo soñaba puesto—
comenzó a soñar que él me soñaba
y un buen día aprendí todo el mundo de él.
y ahora somos pareja en la sala
e inventamos un vals que bailamos para soñar.
Sueño que bailo con mi vals,
—y el vals soñando que con su hombre
bailando va—.
Sueño y soy sueño: soy un vals
que viene y va,
que viene y va.
Silvio Rodriguez
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