Escucha las piedras del muro,
en silencio, tratan
de decir tu
nombre.
Escucha
las piedras vivas.¿Quién eres?
¿Quién
eres? ¿De quién
eres silencio?
Quién (no hables)
eres (calla, como
estas piedras). No
pienses qué eres
fuera de aquello
que puedes ser un día.
Más bien
sé lo que eres (¿pero quién?),
sé lo impensable
que no sabes.
O quédate quieto, mientras
estás vivo,
y todas las cosas
vivas a tu alrededor
le están hablando (no las oigo)
a tu propio ser,
de lo desconocido
que está en ti y
en ellas mismas.
"Trataré, como ellas,
de ser mi propio silencio:
y esto es difícil. Todo
el mundo está secretamente
en llamas. Las piedras arden,
incluso las piedras me queman.
¿Cómo puede un hombre estar quieto o
escuchar todas las cosas ardiendo?
¿Cómo puede atreverse a estar
sentado entre ellas, cuando
todo su silencio está en llamas?"
Thomas Merton
foto: valle encantado (bariloche)
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