Murió Mónica Ojeda. Murió Mónica Ojeda y nadie puso un aviso en el diario. ¿A quien le importaba Mónica Ojeda?.Mónica Ojeda, que llego al hospital con una infección de cuatro días y no pudieron paràrsela. Monica Ojeda, que cometió la estupidez de hacerse un aborto con una carnicera que después desapareció del barrio. Monica que antes de morir tuvo la grandeza de declarar que se lo había hecho por su cuenta, que nadie de su familia lo sabia, y consiguió así que soltaran al marido, al que habían tomado preso.
¿No sabias, Mónica, que el aborto es un crimen y un pecado mortal?.¿Qué los hijos son una bendición de Dios y si tenias cinco bien podías tener seis. ¿Qué por eso y para eso ustedes son proletarios? ¿No sabias Mónica, que las señoras, si no quieren, no se embarazan?. ¿Qué cualquier medico te puede explicar (ah, no, en el hospital, no: lo bueno hay que pagarlo) que existen procedimientos anticoceptivos muy seguros? ¿Y que si, por uno de esos accidentes de los que nadie esta exento una queda embarazada, se puede conseguir un aborto con el mejor medico y en el mejor sanatorio, con todas la garantías de la asepsia?
En verdad, Mónica eras muy ignorante. Y sin embargo habías tenido la ocurrencia, hace unos meses, de ir a la escuela. ¡ A tu edad! ¿Qué pretendías? ¿Progresar en la vida? ¿Ascender de clase? ¿Capacitarte para educar mejor a tus hijos. ? Pero Dios te castiga ese acto de soberbia: el tabajo escaseaba y tuviste que abandonar
Es que tenias muchas pretensiones, Mónica: No conocias la virtud de la resignación. Como cuando te enojabas por que tu marido te celaba. ¿Qué querías? ¿Acaso no habías tenido una hija con otro antes de juntarte con él? Si, ya sé que el también había tenido otra señora. Pero no es lo mismo. Para eso los varones son varones.
¿Y esa idea que habías tenido últimamente de dejarlo. Si el no te daba plata para los chicos,, ¿no seria porque eras demasiado gastadora?. ¿O porque temía que su dinero fuera a parar a esa chica que no era suya y vivía con tu madre?. Pero, vos Mónica, insistías en ahorrar una parte de lo que ganabas para comprar madera y hacerte una casilla.
Con la miseria que ganabas, les estabas robando el pan a tus hijos, Mónica. Y encima querías separarlos de su padre y condenarlos a vivir en una casilla de madera, teniendo un padre albañil. Dios también te castigo por eso Mónica
No sé por que te estoy tratándote de vos, Mónica, yo que siempre te trate de usted. Porque nunca fuimos amigas. ¿Cómo íbamos a serlo?. Vos eras tan joven y yo soy casi vieja. Vos tuviste que dejar la escuela y yo fui profesora de la universidad. Vos tenias que limpiar mi casa de Martines y yo nunca hubiera visitado tu casilla de Maquinista Savio. Vos estabas tan linda con la ropa que ya no me servia y yo me sentía tan generosa cuando te la daba. O cuando les mandaba a tus chicos libros y revistas que a mí me regalaban. O cuadernos o lápices que no iba a usar porque ( ¿tampoco lo sabias?) Ahora los apuntes se guardan en disquetes.
Mónica Ojeda, con nombre y apellido, mucho más que un numero para la estadística, en verdad cometiste un crimen y un pecado mortal: naciste pobre
Lucila Castro
( Este texto fue escrito, con rabia y dolor, el día que la autora confirmo que su empleada domestica había muerto a causa de un aborto.
*esta nota fue escrita hace muchos años, y se publicò en el diario la naciòn, no guardè la fecha exacta, como veran sigue vigente.
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