Jorge Boccanera
Lugar, es el nombre del animal más grande de la tierra.
Hay quienes aprovechan su sombra y no saben que existe.
O beben su saliva y lo confunden con un río.
O duermen en los huecos que dejan sus pezuñas en la tierra
y piensan que la tierra es así.
Los exiliados cargan sus pedazos de tiempo.
Otros clavan zapatos en el barro.
Hay ciegos que cambiaron la vista de la certidumbre.
Algún dios carpintero que fabricaba muebles repite
la sentencia :
'Un lugar para cada cosa y cada cosa en su lugar”.
Pero los desaparecidos ¿ dónde están ?
Si el nombre que los nombra parece un chupadero.
Todo es ajeno aquí
Somos los extranjeros de un lugar que era nuestro.
El deseo escribe en un libro sin hojas.
Alguien se prende fuego envuelto en un secreto.
Hay quienes buscan que el amor les corrija la rabia.
Otros rezan, divisan un lugar después de este lugar.
Está el que desespera :
“si ese animal ocupa tanto espacio, ¿por qué no puedo verlo?
Unos pocos eligen atravesar un sueño para llegar a un sueño.
¡Ah, si el silencio dijera sus lugares!
Ahora, cada baldosa es un campo de caza.
En días por venir, alguien
escarbará en las preguntas hasta desenterrar un fémur,
algún diente de lo que fue un lugar.
Pero no en esta casa con un piso de viento.
Aquí nadie se mueve, ha llegado el gran día.
Reparten un desierto entre todos los hombre
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