Más vale que no tengamos que elegir
entre el olvido y la memoria,
entre la nieve y el sudor.
Será mejor que aprendas a vivir
sobre la línea divisoria
que va del tendio a la pasión.
No dejes que te impidan galopar
ni los ladridos de los perros
ni la quijada de Caín.
Que no te dé el insomnio por contar
las gaviotas del destierro,
las amapolas de París.
Te engañas si me quieres confundir
esta canción desesperada
no tiene orgullo ni moral
se trata sólo de poder dormir
sin discutir con la almohada
dónde está el bien, dónde está el mal.
La guerra que se acerca estallará
mañana lunes por la tarde
y tú en el cine sin saber
quién es el malo mientras la ciudad
se llena de árboles que arden
y el cielo aprende a envejecer.
Y sal ahí
a defender el pan y tu alegría.
Y sal ahí
para que sepan que
ESTA BOCA ES MIA.
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