Bajo las ruinas de una ciudad amurallada,
torres desmoronadas y vigas de luz amarilla,
sin banderas de tregua, ni pedidos de piedad,
el ataque de las armas ha palpitado durante toda la noche.
Tomó un día construir la ciudad,
caminamos por sus calles durante la tarde
y cuando volví a través de los campos que ya conocía,
reconocí las paredes que una vez construí,
tuve que detenerme en mi camino por miedo
a pisar las minas que yo mismo había puesto.
Y si construyo esta fortaleza alrededor de tu corazón,
rodeándote de trincheras y alambre de púas,
entonces déjame construir un puente,
ya que no puedo sortear el abismo,
y déjame ubicar al batallón para abrir fuego.
Entonces me marché para luchar alguna batalla
que yo inventé dentro de mi cabeza,
desde hace tanto tiempo por años y años
tú probablemente pensaste o deseaste que estuviera muerto.
Mientras los ejércitos están todos durmiendo
debajo de la destrozada bandera que hicimos,
tuve que detenerme en mi camino por miedo,
a pisar las minas que yo mismo había puesto.
Y si construyo esta fortaleza alrededor de tu corazón,
rodeándote de trincheras y alambre de púas,
entonces déjame construir un puente,
ya que no puedo sortear el abismo,
y déjame ubicar al batallón para abrir fuego.
Esta prisión se ha convertido ahora en tu hogar,
una sentencia que aparentemente tu estás preparada a pagar.
Tomó un día construir la ciudad,
caminamos por sus calles durante la tarde,
y cuando volví a través de los campos que ya conocía,
reconocí las paredes que una vez construí,
tuve que detenerme en mi camino por miedo
a pisar las minas que yo mismo había puesto.
Y si construyo esta fortaleza alrededor de tu corazón,
rodeándote de trincheras y alambre de púas,
entonces déjame construir un puente,
ya que no puedo sortear el abismo,
y déjame ubicar al batallón para abrir fuego.
Sting
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