Una mujer completamente desnuda excepto por los zapatos de charol, parada bajo las làmparas elèctricas, del cuerpo empolvado, la cara maquillada, la boca que huele a cansancio y agotamiento , las tetas pesadas, y de una impùdica claridad, el trasero puro, pàlido irreal, los ojos demasiado brillantes, y vulgares,negros como los cabellos cortos y bien peindados, tristes, y en el lìmite entre el color del barro y del carbon , llamativos como cancines obscenas
Ella se mantiene de pie con una sonrisa fija, con la insolencia convencional de un cuadro viviente, parada sobre una mesita de màrmol levanta una copa de cambpagne hacia el techo centellante de espejos y bombitas multicolores.
No es del todo una mujer, sino un cadàver que no tiene miedo de hacer escàndalo y que se yegue en el templo inundado de cegadora claridad del amor obsceno.....
Georges Bataille.
Ella se mantiene de pie con una sonrisa fija, con la insolencia convencional de un cuadro viviente, parada sobre una mesita de màrmol levanta una copa de cambpagne hacia el techo centellante de espejos y bombitas multicolores.
No es del todo una mujer, sino un cadàver que no tiene miedo de hacer escàndalo y que se yegue en el templo inundado de cegadora claridad del amor obsceno.....
Georges Bataille.
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