La muerte es un flamenco ciego cazando peces.
No quiere decir engullirte a ti o a mí...
Y cuando balancea locamente su pico no desea nunca
asustarnos. ¡Si solamente pudiera ver!Por la noche atraviesa el oleaje en busca de compañía.
Por eso apesta a sal y a caparazón de ostras.
Su ceguera es lo que lo conserva célibe:
Este chapucero cree besar cuando mata.
Desearía que no nos hiciera morir. Desearía
que una noche desplegase sus alas y volase lejos
hacia los más altos planetas en busca de muchachas y peces.
Pero está habituado a la Tierra
y se propone quedarse.
Peter Viereckhttp
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