Translate

sábado, 6 de agosto de 2011

Alberto Muñoz, Amandadesdesiempre

 Asomé el cuello por la ventana del tren para
 impregnarme de todo lo que habla de viajes.

 Boulogne gira como una nutria congelada de
 nocturnos, la llovizna entibia su cuna de plumas
 sin aire.
 
 No más que seis vagones atravesando la noche,
 en cada uno de ellos viaja un fantasma, una criatura
 sola, cada cual con su valija y su cuerpo fuera y
 dentro de ella. Los que aman la poesía, los que la
 reprimen, los que andan entre socorro y socorro,
 los que se vienen de si hasta el lugar de sus
 nombres.
 
 Boulogne arde como la gasa de un soldado desertor,
 apenas el débil furor momentáneo de las ruedas, la
 mano escondida en ese cielo accidental, se muestran
 como mudos sordos de la guerra, la guerra distinta,
 la del perro paseando al anciano y la mujer descompuesta
 en la roca sin océano, la noche imaginaria de Boulogne
 no tiene océano, ni velas, ni barca, ni muelle, ni trenes,
 ni noche, es el todo en un ojo que encandila hacia
 adentro, donde no caben los rieles, ni las marchas
 en este ocho de marzo de mil novecientos setenta
 y cinco.
 
 Tristeza de trenes, negrura ancha de las máquinas
 en desuso que tanto tienen de vapor y sereno.
        Alberto Muñoz.
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario