Dicen que hay blanca, negra y roja. Lo cierto es que Leonora hace magia de todos los colores. Y es la bruja más bella que ha llegado en buen estado a nuestros días. En la Edad Media la quemaron tres veces los inquisidores de Francia, España e Inglaterra. Pero ella salió cada vez más limpia del fuego, hasta quedar convertida en delgada varilla de metal precioso. Porque Leonora Carrington es la pintora que más se parece a sus pinceles, y hasta hay quien dice que pinta con sus pestañas. Como estaba descontenta y Pisanello había pintado ya todos los pájaros del mundo, Leonora se puso a inventar otra vez la realidad. Hizo estudios de zoología fantástica y el Gavilán de Horus vuela por sus cuadros vestido de arlequín.
–Sí, sí, me acaban de regalar el libro de Jorge Luis Borges, pero en sus páginas no he hecho más que saludar a mis antiguos conocidos, Leviatán y Behemot, al Fénix, al ave de Roc, al Cancerbero, al Unicornio y al Ciervo Celestial, al pez Jasconio que San Brandan tomó por una isla y edificó en su lomo una catedral. Conozco a todos los animales metafísicos de Dante y de San Juan. En mis sueños de niña hacía espléndidas cosechas de cabezas de Hidra y de colas de Basilisco.
Pero los seres de tus cuadros superan todas esas imaginaciones. Dime de dónde sacas esas mujeres que al mismo tiempo son ramas, nidos y pájaros, esas monjitas que se ahogan en el vaso de agua de su virtud, esos nigromantes y astrónomos de larguísimos sombreros, esos bosques de fantasmas, de larvas y de hongos venenosos.
–¿Qué quieres que te diga? A una la visitan los sueños que vienen no se sabe de dónde. Yo creo que mis cuadros son un poco cosas que soñé o pesadillas que tuve.
–¿Qué quieres que te diga? A una la visitan los sueños que vienen no se sabe de dónde. Yo creo que mis cuadros son un poco cosas que soñé o pesadillas que tuve.
Y yo que quería que me hablaras de puro surrealismo, de Max Ernst, que hizo tu retrato, y de tus amigos de París. –Ay no, no quiero hablar de eso, pero bueno, pregúntame lo que quieras. Pero es que yo no sé nada del surrealismo y menos del francés, porque aquí en México suceden puras cosas fuera de lo común, ¿o no te parece? Déjame que te pregunte las tonterías de costumbre. Por ejemplo, ¿cuál es para ti el colmo de la felicidad?
–A una persona tonta, una respuesta tonta. Pues quién sabe. Hay que contestar una cosa chistosa. Estar acostada con un buen libro comiendo chocolates.
¿Cuál es el colmo de la infelicidad?
¿Cuál es el colmo de la infelicidad?
–Estar con gente aburrida y sin posibilidades de escapar
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¿Cuál es tu flor predilecta?
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¿Cuál es tu flor predilecta?
–Bueno, eso depende del país en que estés. Puedes decir que el girasol.
¿Quiénes son tus escritores favoritos?
¿Quiénes son tus escritores favoritos?
–M. R. James, Robert Graves, James Stevens...
¿Cuál es tu autor mexicano favorito?
¿Cuál es tu autor mexicano favorito?
–Tengo una radical imposibilidad para leer en español. Pero he leído a Octavio Paz.
¿Leíste su poesía o El laberinto de la soledad?
¿Leíste su poesía o El laberinto de la soledad?
–Su poesía. A mí las teorías no me interesan.
¿Cuál es el hecho histórico que más admiras?
–Casi ninguno, pero sí. Hay fechas históricas que admiro. Por ejemplo, la Caída del Patriarcado que ocurrirá en el siglo...
–Casi ninguno, pero sí. Hay fechas históricas que admiro. Por ejemplo, la Caída del Patriarcado que ocurrirá en el siglo...
¿Cuál es la revolución que deseas?
–La revolución del hombre contra sí mismo. Esto no es claro. El individuo que hace la revolución contra sí mismo... Elena, tus preguntas no son nada tontas. Son muy difíciles. Yo soy muy iletrada. Leo muy poco.
–La revolución del hombre contra sí mismo. Esto no es claro. El individuo que hace la revolución contra sí mismo... Elena, tus preguntas no son nada tontas. Son muy difíciles. Yo soy muy iletrada. Leo muy poco.
Pasemos entonces a la pintura. ¿Cuáles son tus pintores favoritos?
–Paolo Ucello, Brueghel el Viejo y Jerónimo Bosco.
–Paolo Ucello, Brueghel el Viejo y Jerónimo Bosco.
¿Cuál es el pintor mexicano que más admiras?
–José Luis Cuevas.
–José Luis Cuevas.
¿Cuál es tu color favorito?
–Un color para mí no existe sin otro color junto a él.
–Un color para mí no existe sin otro color junto a él.
¿Cómo quisieras morir?
–No me gustaría morir de ninguna manera, pero si debo hacerlo algún día, que sea a los quinientos años de edad y por evaporación lenta.
–No me gustaría morir de ninguna manera, pero si debo hacerlo algún día, que sea a los quinientos años de edad y por evaporación lenta.
¿Cuál es tu música favorita?
–La que tocan los gaiteros de Escocia.
–La que tocan los gaiteros de Escocia.
¿Cuál es tu fruta favorita?
–La nectarina, una fruta que se come en Inglaterra entre ciruela y durazno.
–La nectarina, una fruta que se come en Inglaterra entre ciruela y durazno.
¿Cuál es tu pájaro favorito?
–La garza. Pero también el ganso. Me gustan muchos los gansos salvajes. También me encantan los patos.
–La garza. Pero también el ganso. Me gustan muchos los gansos salvajes. También me encantan los patos.
¿En dónde te gustaría vivir?
–Aquí en México, donde estoy.
–Aquí en México, donde estoy.
¿Cuáles son las cosas más importantes que te han sucedido en la vida?
–¡Qué horror! Lo más importante que me ha sucedido en la vida son mis dos hijos, pero esas cosas le pasan a cualquiera y las puede hacer todo el mundo.
–¡Qué horror! Lo más importante que me ha sucedido en la vida son mis dos hijos, pero esas cosas le pasan a cualquiera y las puede hacer todo el mundo.
¿Qué es lo que más te gusta comer? –Chocolate, ajo, mucho ajo y papas. ¿Yo creo que ya, verdad?
Sí, me voy antes de que llueva. –Te podría caer encima una lluvia radiactiva. Dijeron en el periódico que estaba lloviendo radiactivísimamente.
Estas son algunas de las respuestas que Leonora Carrington le dio a Elena Poniatowska en la entrevista que le hizo en 2007, cuando la pintora cumplió 90 años, para el diario mexicano La Jornada. Leonora Carrington murió el jueves pasado, a los 94, en México: nacida en Inglaterra, formada como pintora durante la Segunda Guerra Mundial, fue pareja de Max Ernst y perteneció al círculo de los surrealistas. En 1941 pidió asilo en la embajada mexicana y en 1942 se instaló para siempre en México. Considerada la última surrealista, y una de las pocas pintoras del movimiento (junto a Remedios Varo), fue además escultora y novelista. Poniatowska, su amiga, publicó este año Leonora, la biografía novelada de la pintora, que ganó el Premio Seix Barral de Novela y que en Argentina se editará a mediados de año.
*esta nota fue publicada en el suplemento radar del el dìario pàgina12 del domingo 29 de mayo 2011
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